
- Apaga y corta la electricidad del aire acondicionado: Es muy importante que antes de comenzar el aire acondicionado esté apagado y desconectado de la corriente eléctrica para evitar cualquier choque eléctrico o cualquier accidente grave.
- Abre la tapa del aire acondicionado: Depende de la marca y modelo, esto puede implicar presionar algunos botones o soltar algunos clips.
- Retira los filtros: Muchas veces los filtros pueden estar detrás de la tapa, o en algunos casos estar expuestos directamente en la consola, retíralos con cuidado de no rasgarlos o romperlos.
- Limpieza de los filtros:
- Aspiradora: Puedes usar un cepillo de cerdas suaves para retirar el polvo y/o usar una aspiradora.
- Lavado: Algunos filtros son lavables, puedes usar agua y jabón y una brocha o cepillo de cerdas suaves para retirar el polvo acumulado. Asegúrate de retirar bien el jabón residual
- Secado: Deja secar los filtros al aire libre, teniendo cuidado de no ponerlos al sol directo, ni usar aire caliente directo, ya que esto puede deformarlos o dañarlos.
- Reinstala los filtros: Ya limpios y secos los filtros vuelve a instalarlos en su lugar asegúrate de que queden bien sujetos, luego cierra o instala la tapa y listo.
- Limpiar consola: puedes limpiar el exterior del aire acondicionado con un paño húmedo.
8. Mantenimiento preventivo: Esta limpieza ayuda a prolongar un poco el mantenimiento general de tu aire acondicionado, sin embargo, es indispensable que programes regularmente un mantenimiento preventivo, con una empresa o un técnico certificado, ya que estos son más profundos y se utilizan herramientas más especializadas para garantizar el óptimo funcionamiento de tu aparato.